lunes, 25 de febrero de 2008

¿Bueno o malo?



A partir de 1948 la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la marihuana una droga peligrosa desde todo punto de vista: físico, mental o social. Sin embargo, el debate sobre su legalización continúa abierto, debido a algunas investigaciones que indican sus posibles cualidades terapéuticas que contradicen la opinión negativa sobre ella.
La polémica que genera es muy intensa, debido a que incluye factores económicos, sociales, políticos, de salud y hasta religiosos; La marihuana es una planta conocida desde antaño, tanto así que hace siglos, en África y Asia, era utilizada con fines terapéuticos, además de que sus fibras servían para fabricar cuerdas, ropa, calzado y papel.
Yendo más lejos, es posible afirmar que la relación de la humanidad con este vegetal es más estrecha de lo que pensamos, además de que está llena de datos curiosos, como los siguientes:
-El registro más antiguo que se conoce de la marihuana se encuentra en un manuscrito chino que data de hace 8 mil años.
-Llegó a Europa en el año 1500 antes de nuestra era, y 10 siglos después fue citada al principio de un texto sobre plantas medicinales por el filósofo persa Zoroastro.
-En el 800 de nuestra era, Mahoma permitió el uso de esta planta, a la vez que prohibió el alcohol.
-Los españoles introdujeron este alucinógeno en América en 1545, concretamente en Chile.
-La declaración de independencia de Estados Unidos (1776) fue redactada en papel elaborado con Cannabis sativa. Sus redactores eran, en su mayoría, consumidores de esta planta.
-Las palabras "marihuana", "marijuana" y "mariguana" surgieron en México a finales del siglo XIX y principios del siguiente. Como testimonio tenemos el popular corrido La cucaracha.




Aunque existieron cientos de documentos favorables sobre el uso medicinal de la marihuana entre la comunidad médica occidental, como los trabajos del doctor escocés W. B. O'Shaunghnessy (1841) o del francés Jacques-Joseph Moreau (1845), a principios del siglo XX se inició la descalificación de la planta por atribuírsele efectos adversos.
Ello inició en 1923, cuando se reportó baja productividad de los mineros sudafricanos que utilizaban el cáñamo índico, en tanto que al año siguiente, durante la Segunda Conferencia Internacional del Opio, se clasificó a este vegetal como narcótico, cuyo consumo tendría que regularse. Finalmente, Inglaterra prohibió su uso en 1928 al considerarlo "planta peligrosa"; la misma resolución adoptó Estados Unidos en 1937 e, igualmente, la OMS y sus naciones miembro en 1948.




Efectos:
El principio activo de la marihuana es el THC; la concentración de dicha sustancia depende directamente de la parte de la planta, siendo más frecuente en flores (cogollos) y hojas, menor en tallos y casi inexistente en raíces y semillas. Las primeras son las más empleadas por sus consumidores.
Se sabe que el THC disminuye la actividad cerebral a la vez que estimula los llamados "circuitos de recompensa" o sistemas neuronales que provocan sensaciones de placer. Produce un estado de ensoñación en el cual las ideas parecen inconexas e incontrolables, desencadena pérdida parcial de la sensación de tiempo y las percepciones espaciales pueden distorsionarse y exaltarse, a la vez que las imágenes son más brillantes y los colores más acentuados; también puede aumentar el apetito.
Asimismo, muchos de sus consumidores describen estados de relajamiento, tranquilidad, disminución de la ansiedad, desinhibición y ligero aumento de la libido; también se estima que la sensación de exaltación, excitación y gozo interior tantas veces expuesto parece relacionarse con el ambiente en el cual se consume y el humor del individuo.
Diversos informes médicos han reportado que el uso de THC influye negativamente en el organismo de distintas maneras; por ejemplo:
-Ocasiona cambios hormonales que pueden interferir con los patrones normales de desarrollo y crecimiento sexual.
-Retarda los reflejos, por lo que afecta el desempeño físico.
-Si se usa durante el embarazo puede causar menor talla y peso en recién nacidos, además de problemas de aprendizaje a futuro.
-Personas con problemas emocionales o enfermedades mentales tienen riesgo de empeorar sus síntomas.




Evidencia científica
Entre los estudios en que se basa la prohibición de la marihuana se encuentran los dirigidos entre los años 1980-90 por el investigador Jack Fletcher, de la Universidad de Miami, Estados Unidos, a través de los cuales se estableció que las personas consumidoras de marihuana padecen deterioro de su capacidad de memorización y comprensión. En la misma línea, el doctor Richard Schwartz, de la Universidad de Gergetown, asentada en el mismo país, realizó un trabajo con iguales resultados, luego de observar que los adictos que acababan de ingresar a programas de rehabilitación tenían dificultad para recordar reglas recién aprendidas, así como conversaciones e intercambio de saludos ocurridos minutos atrás.
Asimismo, investigaciones realizadas desde 1975 han supuesto que el THC desencadena trastornos mentales de larga duración. El resultado más representativo al respecto se obtuvo en Suecia (1989) gracias al doctor Ulf Rydberg, toxicólogo del Instituto Karolinska, quien observó durante 15 años a elementos del ejército de ese país y concluyó que el riesgo de engendrar esquizofrenia fue seis veces mayor en los consumidores rutinarios de marihuana que en quienes no la usaban.
Finalmente, otra notable serie de estudios que ha reforzado la prohibición de la marihuana son los que demuestran que afecta al sistema inmunológico, el cual protege al organismo de enfermedades. Uno de ellos fue efectuado por el doctor Guy Cabral, del Colegio Médico del Commonwealth en Estados Unidos, y del cual se desprende que el consumo prolongado de esta planta inhibe la formación de linfocitos (células de defensa), a la vez que ocasiona que las células macrófagas (que eliminan microorganismos devorándolos) incorporan a ciertos virus invasores en sí mismas, ayudándoles a reproducirse. Por si fuera poco, el doctor Leslie Robinson, de la Universidad de Minnesota, dirigió un grupo de trabajo cuyas investigaciones permitieron especular sobre la existencia de una relación directa entre la leucemia en recién nacidos y el consumo de este vegetal por parte de la madre durante el embarazo.




¿Todo es negativo?
Con tantos puntos en contra del uso de la marihuana, uno se pregunta por qué hay grupos que piden su legalización de manera airada. Bueno, ocurre que no todas las investigaciones arrojan saldo desfavorable, e incluso presentan resultados positivos en cuanto a usos terapéuticos, como ocurrió a principios de 1997: un artículo aparecido en la prestigiosa publicación New England Journal of Medicine expuso una serie de virtudes medicinales difundidas de manera popular.
De acuerdo con la revista, fumar marihuana puede aliviar los síntomas de muchas enfermedades, como cáncer y sida, y apoya sus afirmaciones en los resultados obtenidos a través de más de 75 estudios publicados desde 1975. Aunque se reconoce que todavía faltan investigaciones contundentes que avalen una u otra postura, el editor de la publicación, Jerome Kassirer, comentó: "Creo que una política federal que prohíbe a los médicos aliviar el sufrimiento de sus pacientes más graves prescribiendo marihuana es engañosa, dura e inhumana".
Algunos de los padecimientos en que este vegetal puede ayudar, según la publicación, son:
-Glaucoma. Esta enfermedad es motivo importante de ceguera, debido a que hay obstrucción en la circulación de los fluidos internos del ojo, generando gran presión y atrofia gradual. Se ha encontrado que la marihuana reduce la compresión intraocular, alivia el dolor y frena el proceso degenerativo.
-Cáncer. Alivia náuseas, vómitos y pérdida de apetito provocados por el tratamiento con quimioterapia.
-Sida. Por supuesto, no erradica al VIH, pero el cáñamo índico ayuda a superar síntomas de la enfermedad y efectos secundarios de la azidotimidina (AZT) y otras sustancias empleadas para controlar la multiplicación del virus.
-Dolor crónico. El cannabis ayuda a reducir dolores y molestias causadas por múltiples patologías; es tradicional macerar hojas de esta planta con alcohol y aplicar la solución en articulaciones cuando hay molestias, por ejemplo, ocasionadas por artritis.
-Epilepsia. Se ha observado que la marihuana previene ataques típicos del mal en algunos pacientes.
-Esclerosis múltiple. La marihuana reduce el dolor muscular y los espasmos producidos por esta enfermedad incurable del sistema nervioso central que afectan a cerebro y médula espinal. Asimismo, reduce las molestias que se producen al caminar, propias de este mal.




Por si fuera poco, en mayo de 1998 apareció en Francia el resultado de un estudio especial sobre los peligros que representan diferentes drogas y estimulantes cuyo uso ha aumentado; dicha investigación fue encargada por el ministro de Sanidad de esta nación europea, Bernard Kouchner, al profesor universitario Bernard Roques, miembro titular de la Academia Francesa de Ciencias, y quien coordinó durante meses a una comisión de 11 miembros y siete asesores externos.
El también llamado Informe Roques llegó a la conclusión de que, en efecto, la marihuana tiene efectos nocivos, como adicción psicológica y alteraciones de conducta y memoria; sin embargo, en comparación a otros estimulantes es menor o igualmente nociva, o bien, hay aspectos en que ha sido tradicionalmente condenada, sin que hasta la fecha existan pruebas científicas concluyentes que sustenten dicha acusación:
-Un estudio realizado en 1997 con 61 mil 171 personas, mostró que el riesgo de mortalidad asociado a esta planta es más débil que el asociado al consumo de tabaco.
-Las perturbaciones en memoria y coordinación de movimientos es clara cuando los usuarios realizan tareas más o menos complejas; sin embargo, los resultados son contradictorios debido a que hay estudios que demuestran que los grandes consumidores de THC son los menos afectados en este sentido.
-La marihuana parece no ser un factor de riesgo de accidente automovilístico, al menos no como el alcohol.
-Esta planta no parece precipitar la aparición de disfunciones mentales ni síndromes amnésicos, ni existe patología mental alguna que se asocie directamente con su consumo excesivo, como ocurre, por ejemplo, con la cocaína y otros estimulantes.
-La desintoxicación de los consumidores de cáñamo índico tiene menos efectos adversos que la de los adictos a heroína, alcohol o tabaco.
-En contraposición a investigaciones anteriores, se ha encontrado que la marihuana afecta al sistema inmunológico sólo en dosis extremadamente elevadas, por lo que los resultados reales en un usuario común, simplemente, se desconocen.



Nada está dicho
La comunidad científica todavía no emite veredicto único acerca de las cualidades negativas o positivas de esta planta, y esto se acentúa debido a la existencia de evidencia contradictoria que impide establecer un juicio sólido y claro; además, muchos otros factores, que no son necesariamente de tipo médico, se añaden a la discusión y polarizan todavía más la postura de unos u otros, tales como narcotráfico y discusiones de tipo moral, filosófico y ético.
Hasta la fecha, el indicio que se tiene respecto al futuro de la relación entre el ser humano y la Cannabis sativa es que se podría generalizar un despenalización para estudiar sólo sus propiedades terapéuticas, pues algunas legislaciones, por ejemplo, de Canadá (primera en el mundo) y de entidades de Estados Unidos, han permitido su uso con fines médicos y de investigación. El consumo abierto de la planta se vislumbra lejano o imposible, sobre todo por la falta de estudios precisos que, hay que decirlo, ni siquiera se tienen en mente.



Texto escrito por Mario Rivas y fue extraido de www.saludymedicinas.com.mx



Comentario de apoyacannabis:



Nuestra principal iniciativa es educar a la gente mostrandole una amplia vision del tema, no solo la cual les queremos expresar para que asi cada uno pueda tener un criterio propio respecto al tema.



Nos gustaria a futuro retomar algunos de los temas expuestos aqui con mas detalles asi que esten atentos.



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